Conoce al rey del Ártico



Clasificada como una especie en peligro de extinción, el oso polar podría desaparecer en el próximo siglo, si continúa la tendencia actual de calentamiento en el Ártico.

Principales amenazas


  • Cambio climático:

El hielo marino del Ártico, del que depende el oso para cazar su presa favorita, las focas, se está derritiendo a un ritmo sin precedentes. El hielo marino se derrite cada vez antes en primavera y se forma cada vez más tarde en otoño, por lo que los osos polares tienen que aguantar más tiempo sin comida. Esta pérdida de hábitat es la mayor amenaza para la especie. 

  • Furtivismo:
El Acuerdo Internacional para la Conservación del Oso Polar (1973) puso fin a la caza comercial de esta especie. Sólo se permite su captura como medio de subsistencia para las comunidades locales, siempre que se realice con métodos tradicionales. Sin embargo, en países como Rusia existe una importante falta de regulación, control e información sobre la caza de oso de polares y su efecto en las poblaciones de la especie.

  • Contaminación:
Como grandes predadores, los osos polares están expuestos a altos niveles de contaminación que incorporan a través de su alimentación. Entre estos, los Contaminantes Orgánicos Persistentes que incluyen una amplia gama de sustancias tóxicas.

  • Explotación de petróleo:
El negocio del gas y del petróleo está avanzando hacia el Gran Norte, y se espera que esta actividad afecte cada vez más a los osos polares. La explotación, extracción y transporte de petróleo en el Ártico afecta al hábitat del oso polar de muchas formas. Los vertidos, aunque sean de pequeña magnitud, ponen en peligro la frágil subsistencia de los osos. Las operaciones en aguas lejanas (offshore) suponen la mayor amenaza potencial.

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